29 octobre 2013

¿Qué tienen los asnos que tanto nos gusta?

¿QUÉ tienen los asnos que tanto nos gusta? ¿Su resignación, su querencia, la mirada, tan humana, que posan sobre cosas y personas con curiosidad y temor? ¿El ánimo con que parecen llevarlo y sobrellevarlo todo, que no parecen sino emperadores destronados? No hay animales en la creación tan próximos a nosotros, ni los grandes simios. Parecen aceptarlo todo de buen grado, incluso aquellos que teniendo la mala suerte de dar con un mal amo se llevan más palos que pienso.
Ayer anduvieron ellos con unos amigos por tierras segovianas, de donde se trajo él sendas fotografías, y digo sendas porque son bonísimas ambas. Va hoy aquí la primera, sin más comento.

Fotografía de Rafael Trapiello, 27 de octubre de 2013

10 commentaires:

  1. Platero y yo, qué cabeza tan bonita, parece que metió el hocico en harina, muy buena la foto.

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  2. Tanto el burro como las personas tenemos en común una gran capacidad de trabajo

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  3. Pues algunos asnos tienen una mala uva que espanta. Yo, desde que uno de ellos se lió a dentelladas con uno de mis hijos pequeños, leo Platero y yo con otros ojos.

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  4. “¡Pardos borriquillos
    de ramón cargados
    entre los olivos!”

    Bien rectas todavía las exclamaciones del cantarcillo, huellas de aquel momento de Antonio Machado en el campo. Los burros, de golpe, en una clara de los olivos. Cargados de ramón o sacos de aceitunas bien pronto. No quedan muchos, pero en zonas escarpadas, exclamemos, ¡aún pueden verse!

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  5. Nos gusta sentirnos próximos, como con el resto de familiares que apreciamos.

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  6. SILVIO SALVATICO29 octobre 2013 à 17:11

    No podemos imaginar a Sancho montando un caballo , se nos viene abajo el Quijote cuan castillo de naipes .
    Por otro lado sin burros/as no habría mulos/as animal clave en la Conquista del Oeste ya que los caballos se despeñaban en las Montañas Rocosas , y hubiésemos perdido el cine de John Ford.
    Al igual que el caballo tiene a Pegasus , el burro debería tener un Angel aburrado que le diera alas y un toque divino.

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  7. Sí, pero las formas de acercamiento al burro pueden ser bien distintas; no es lo mismo oír a un niño cantar: "(...) A mi burro, a mi burro / le duelen las pezuñas; / el médico le ha puesto / emplasto de lechugas", que escuchar en tono amenazante: ¡Orejas de burro te vamos a poner!

    Y el borrico más acá, ajeno a las sombras, pura realidad.

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  8. Encuentro este franciscano poema al burro, del decimonónico poeta colombiano Joaquín Pablo Posada. Toda una historia de gloria y caída.

    EN los tiempos de Job el pacienzudo
    era tenido el burro en gran valía;
    para probarlo al mismo Job acudo,
    que en esos tiempos criticar solía
    al hombre presuntuoso, torpe y rudo
    que libre como el burro se creía,
    como si el burro nada menos fuera
    que un ciudadano inglés de nuestra era.

    Mas 'témpora mutantur' tu destino
    ¡Cuán diferente es hoy de lo que fue!
    Cuando acaso te encuentro en un camino
    cargado con dos tercios de café,
    bailando al son de un palo el torbellino,
    no pudiendo tenerte más en pie,
    viene el recuerdo triste a mi memoria
    de aquellos tiempos de tu antigua gloria.

    Los hombres de este mundo son ingratos,
    el hombre es de perverso natural;
    esa invención que llaman 'garabatos'
    es invención infame, criminal;
    ¡Cuántos te proporciona malos ratos
    el hombre vil con su invención fatal!
    Por eso, aunque de horror me despeluzno,
    disculpo tu fatídico rebuzno.

    No puedo menos que fruncir las cejas,
    llenándome de justa indignación,
    cuando te veo sin rabo y sin orejas
    tirando de un pesado carretón;
    al ver que tú, infeliz, nunca te quejas
    ni quieres sacudir tu humillación;
    al mirarte sufrir, noble pollino,
    con el digno valor de un granadino.

    Hay veces que al mirar tu desventura,
    al mirar esas tuertas angarillas
    lastimar ¡oh, dolor! la matadura
    que te hicieron sangrienta en las costillas,
    mil lágrimas yo siento de amargura
    rodar quemantes por mis dos mejillas...
    Sí, lloro al ver que hay hombre a quien se ocurra
    tratar al burro así, y así a la burra.

    ¿Quién habrá que hondamente no se duela
    al ver de Cartagena el cruel zambote
    añadirse a la carga de panela
    -de sobornal a guisa- echarle al trote,
    entonando su torpe cantinela,
    los pies cruzando, ¡oh burro! en tu cogote?
    Semejante espectáculo, a Nerón
    ablandara sin duda el corazón.

    Dichosamente te dotó natura
    de una noche cachaza, burro amigo;
    con ella de tu suerte la amargura,
    de tu destino bárbaro, enemigo,
    sufres con tanta calma... mas, ¿qué digo?
    Para los golpes: tu existencia dura...
    ¿Hallarte un parecido? ¡Intento vano!
    ¿Más sufrido que tú? ¡Ni un espartano!

    Si ingrato el hombre y bárbaro no fuera,
    premiar supiera ¡oh burro!, tus servicios:
    si en mi mano tu suerte ¡ay! estuviera,
    te colmara de honor y beneficios.
    Y si un instante dictador me viera,
    aun a costa de ingentes sacrificios
    en cada plaza mandaría al momento
    al burro levantar un monumento.

    ¡Pobre pollino! Si el americano
    pensara que sin ti nada sería...
    Si no hubieras pasado el océano
    para venir aquí, ¿quién serviría
    en tu lugar al vil, rústico insano
    que a palos, con crueldad, torpe te guía?
    Si por el burro bienhechor no fuera,
    ¿tendríamos mulas para andar siquiera?

    De paz emblema el burro - no de guerra-
    ¡El burro! ¡El burro! ¡Oh bella patria mía!
    Si grandes almas hay en esta tierra,
    si hay aquí quien aprecie la hidalguía
    y las virtudes cívicas que encierra
    en sí el noble animal, haced que un día
    se tribute homenaje a su virtud,
    y una estatua le alzad en gratitud.

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  9. Anónimo29 de octubre de 2013 18:58
    Si las dos fotos las trajo "él" en ningún caso podrán ser "sendas", D. Andrés. A menos de que él sea Gabriel y Galán o Ramón y Cajal. O ya puestos, el Dr. Jekill y Mr. Hyde.

    Los asnos tiene un glamour colosal, irrepetible.

    C.C.

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    andrés trapiello29 de octubre de 2013 19:59
    Supongo que se refiere a la entrada "¿Qué tienen los asnos que tanto nos gusta?", del 29 del corriente, y no a esta. Se trata de una broma privada, recordando a CMGaite, que lo sacó de una zarzuela, y que por haberlo repetido uno tantas veces, no me pareció oportuno repetirlo otra vez: "Fuimos yo y mi novia a merendar a Las Vistillas y allí nos comimos sendos bocadillos, y digo sendos porque eran de jamón..." Al decir de esas fotos que eran sendas, es por lo mismo, porque eran de jamón, o sea bonísimas... De nada. A seguir bien.

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  10. Eugenio Hernando30 octobre 2013 à 17:50

    Sendos va con bueno , buena apreciación del anónimo
    A raíz del 4- 0 del P.S.G. contra el Bastia hubo elogios por la calidad de los goles , ahí van dos editoriales textuales al respecto :
    Ibrahimovic y Caviani deleitaron al mundo con sendos golazos .
    I. y C . brillan en la goleada del P.S.G. con sendos dobletes.
    La primera dista de ser correcta pero lleva camino de ser admitida por la RAE , la segunda es perfecta .

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