29 mai 2011

Zumba dominical (fábula) y una foto del Rastro

SU novela denuncia la corrupción y los enjuagues del poder y de los banqueros, y su autor, que ha estampado en la página de créditos del libro un copyleft en vez del ©, como se coloca el pendón delante de las procesiones y en las manifestaciones más solemnes del folclore, ha cobrado a un tiempo como adelanto de sus regalías doscientos mil euros. Aprended, jóvenes novelistas, de izquierdas o de derechas, no os desaniméis: la ficción está tan lejos de la realidad aún, que tiene todavía por delante un largo camino que recorrer.
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EL NIÑO Y SU CAN CERBERO. En las fotos del Rastro, retocadas e ingenuas, suele haber algo tristísimo y fúnebre. En esta no es tanto la desconcertante sonrisa del niño, sino lo que parece estar escrito en su semblante. Pues así como al perro podríamos habérnoslo encontrado en Egipto, en Ítaca o en cualquiera de las calles actuales de Madrid, adormecido por la flauta de su dueño, de ese niño en cuya faz se esconde el viejo en el que acaso se convirtiría, sabemos que sólo puede ser de una época de la que ha desparecido sin dejar rastro, excepto el de esta mañana, milagroso y efímero, antes de regresar al Hades con su can Cerbero.


1 commentaire:

  1. una prueba más de que el dinero siempre corre para arriba; y si andas por ahí ¿quién se va a resistir a poner el cazo?... además estas denuncias que se pagan tanto... es para sospechar que o va muy bien dirigida o ya viene digerida.

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